Buen día, hoy toca la publicación del relato para Adictos a la escritura, espero entretenerlos un poco y recuerden estoy realizando un sorteo Nacional e Internacional.
Queridos televidentes,
no salgan de sus hogares, resguárdense hasta que las autoridades tengan la forma
de contrarrestar esta horrible pandemia. No deje entrar a nadie a sus
viviendas, no sabemos a ciencia cierta cómo se produce el contagio, solo
sabemos que estas personas tienen un horrible aspecto, son rápidos y que una
vez que ven a alguien sano o huelen a un ser vivo, corren hasta alcanzarlos
para darle muerte.
Mierda esto no puede estar pasando— pensé, levantándome del
sofá para cerrar todas las puertas, correr las cortinas y apagar el televisor.
Corrí hacia mi habitación con el corazón a millón, agarré mi escopeta y me
asomé por la ventana. Al ver a mi hijo sentado sobre la cama observándome le grité histérico:
— Saca la otra escopeta ¡apúrate! Ya esos bichos vienen.
— ¡Sácala te dije! Vas a tener que aprender, sino no
tendrás oportunidad de vivir— contesté acercándome a la ventana una vez más
con cautela para no ser visto. Jamás imaginé que todas las putas historias de
zombis pudieran cumplirse. Todo esto es terrible, jamás pensé vivir algo como
esto. Hubiese preferido que este acabo de mundo fuera bajo las teorías de los
religiosos o de los mayas. ¡Desgraciados! ¿Cómo se pudieron haber equivocado?
—Papá mira— señaló Freddy aterrado sacándome de mis
pensamientos. Miré y una manada de zombis caminaba en dirección a la casa. Nos
encontrábamos en el 2do piso de nuestra vivienda. Estaba seguro que la puerta
no resistiría a esos quince zombis y… ¡maldición! Ahora entendía que había
sido una mala idea haber llenado la planta baja de la casa con grandes
ventanales.
— Cálmate hijo tenemos suficientes balas para acabar con
ellos— respondí sintiendo como mi corazón palpitaba cada vez más rápido, mis
manos empezaban a sudar, no podía ocultar que estaba aterrado por la situación.
— Papá ¿acaso no has leído o visto películas de Zombis? Si
disparamos el sonido los atraerá. Debemos usar cosas filosas y clavárselas en
el cerebro.
— Pero es que son demasiados.
— Debemos ser más rápidos que ellos, es todo papá.
— Dime algo ¿Por qué estás tan tranquilo y relajado?
— No quiero morir, es todo— su respuesta me impresionó,
pero me lleno de valentía.
— ¿Qué haremos entonces? — le pregunté.
— Separémoslo por la casa, hagamos que ellos se dispersen
una vez que entren. Toma, tengo estos cuchillos muy filosos conmigo— Freddy me
pasó un largo cuchillo y él se quedó con una pequeña hacha de cocina.
— Voy a bajar papá, te quiero.
— ¡Hijo no!... ¡espera!— susurré pero no pude detenerlo,
Freddy ya bajaba las escaleras, así que corrí detrás de él. A los segundos
escuchamos los estruendos de los vidrios al romperse, antes los golpes
constantes de los zombis.
En cuanto empezaron a entrar, me moví lejos de Freddy y
llamé la atención de esos desagradables muertos. Mi hijo de la forma más
natural, clavó el hacha en la cabeza de varios zombis. Por mi parte me defendía
como podía. Pero logré asesinar de forma sigilosa una buena cantidad de esos
desgraciados.
Cuando ya no quedaba ni uno, dentro de nuestro hogar.
Respiré profundo por primera vez desde que había bajado las escaleras. Miré a
los lados y no logré ver a Freddy. La última vez que lo había visto, este asesinaba a
diestra y siniestra con mucha agilidad.
— Freddy… hijo— lo llamé, al no escuchar respuesta, mi ser
se volvió a estresar. Sentía una gran preocupación y angustia.
— Aquí estoy papá— escuché la voz de mi hijo detrás de mí.
Me volteé relajado, contento porque estaba vivo. Pero esa felicidad me duró muy
poco. Ya que delante de mí estaba un zombi horrible y este me sonreía. De la
impresión grité. Pero mi cerebro lo reconoció como mi hijo, de hecho llevaba la
misma ropa de mi amado Freddy.
— Papá… papá… ¿Qué pasa?
— ¡Tengo que asesinarte! Aléjate de mi… no permitiré que me
comas o me asesines… tú ya no eres mi hijo.
— ¿Qué cosas dices papá? ¡Soy yo! Vamos arriba ya es tarde
— el zombi empezó a caminar hacia mí.
¿Qué cosas dice este zombi? ¿Qué no vamos arriba? Pero si
ya esta casa no es segura, debemos irnos de aquí. Mejor dicho debo irme de
aquí, la verdad es que no tengo corazón para asesinar a mi propio hijo.
— ¡Papá levántate de una jodida vez!— gritó mi hijo y el
hecho me hizo despertar.
Mierda todo fue un sueño. Me había quedado dormido en el
sofá de la sala. Mi hijo me miraba sonriente, con cara burlona, se veía muy
divertido.
— Oye papá, ver the
walking dead antes de dormir, no es una buena idea, a ver si maduras.
Al escucharlo solté una carcajada.
— Dios santo, tienes toda la razón. Esa pesadilla me ha
hecho amar un poco más nuestra realidad.
— ¡Viejo tenias que ser! Eres muy aburrido. Aquí estoy yo
frustrado, me quedé con mi pequeña hacha y unos cuantos cuchillos esperando a
que el jodido fin de mundo se diera, como según explicaban… aunque obviamente
solo estoy preparado para el apocalipsis zombi.
Cuando escuché eso, recordé la pesadilla aterrado. Freddy
soltó una carcajada a todo pulmón, al ver mi reacción.
— ¡Mentira papá! Solo te estoy tomando el pelo. Digamos que
hablas muy fuerte cuando duermes y bueno tu pesadilla de hoy fue influenciada
por sus comentarios.
— ¡Definitivamente nada de zombis de ahora en adelante por
las noches!— susurré levantándome para ir a mi cuarto a intentar descansar.
FIN.
Nada de películas de zombies antes de dormir... En eso estoy 100% de acuerdo.
ResponderEliminarMuy divertido
Beso
Ivo
Por Dios! Cuánta agitación!!! La verdad es un fin del mundo sin zombies no es un fin del mundo ;D
ResponderEliminarUn besin
Un relato muy bueno y estoy de acuerdo nada de zombis, por dios se ha ido la luz y me he dado un susto de aupa cuando ha vuelto y he visto la imagen!!
ResponderEliminarUn saludo.
Que bueno que les gustó =D eso me anima a seguir escribiendo.
ResponderEliminaroh qué susto! no podré dormir esta noche.
ResponderEliminarEres mi S. King en versión femenina.
Muy lindo relato.
Besos.
Muy bueno, ha estado genial!
ResponderEliminarno se como lo haces , Dios te dio un don creeme , no todas las personas llegan a escribir historias tan excelentes como lo haces tu , espero tener en mi coleccion tus libros enserio y que logren llegar a mi pais :D
ResponderEliminarPara mí ha sido muy entretenido y hasta gracioso, y es que los zombis me causan cierta gracia (sí, sí, rarezas mías). Saludos.
ResponderEliminarDefinitivamente, de suceder, prefiero un fin del mundo sin zombis. Un buen relato.
ResponderEliminarSaludos.
Muy bueno y relajante final, jaja. Me he agobiado de veras pensando que el padre se vería en la tesitura de "rematar" a su hijo. Ahora, que me ha atrapado. Enhorabuena
ResponderEliminarMe ha gustado, de fácil y rápida lectura. Es curioso que ya he leído otro relato donde se hace mención a zombis, será que el fin del mundo nos hace pensar en ellos, o quizá sean demasiados capítulos de Walking Dead. ;)
ResponderEliminarAy no, qué va, la angustia de tu personaje es contagiosa!
ResponderEliminarTe quedó muy bueno :)
Saludos!
Me ha encantado, al principio me sonó a "Guerra de los Mundos" pero el final me sorprendió,muy bueno, felicidades!!!
ResponderEliminar¡Algunos sueños se sienten tan reales!
ResponderEliminarMuy entretenido tu relato.
Saludos.
Y si, mirar the walking dead antes de ir a dormir trae ese tipo de consecuencias. Muy lindo tu relato. Saludos.
ResponderEliminarKass: La moda es la moda y ahora está de moda lo de los zombies, tan es así que hasta los sueñan.
ResponderEliminarYo espero no ponerme a la moda y tener esos sueños tan horribles.
Buen escrito: Doña Ku