Olivia Mcgintys tenía muy claro lo que quería para su vida: primero recuperar el condado de Levington, para eso debía echar al administrador nombrado por su madre y después ocuparse personalmente de la administración y de su gente. Pero… ¿cómo hacerlo siendo mujer y tan joven? Para sus propósitos deberá convencer a su tío y luego a su prometido de que la ayudasen. No tenía mucho para negociar, pero en agradecimiento le devolvería su libertad para casarse con quién él quisiera. La empresa ha iniciado y es Oliver quién debe llevarla a cabo. Brian Hellmoore tenía sus propios planes y éstos incluían convencer a cierta Condesa que debería casarse con él. Aceptó ayudar a Olivia y también el reto que él mismo se impuso para cambiar los planes de su prometida. Para ello se valdría de todas las armas que tuviera en sus manos. Sólo que jamás previó en descubrir el secreto de la Condesa. No es lo mismo seducir a una damisela en apuros, que a una toda guerrera. Ella se defenderá con uñ...
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