¿Cuánto tiempo la había protegido y querido en su época de juventud?, se preguntó Alex regresando del pasado mientras miraba desde el ventanal de su casa la soledad del campo. Sobre la tranquera un búho ululaba llamando a su pareja y el croar de las ranas eran los únicos sonidos que interrumpían sus pensamientos. La negrura de la noche dejaba ver los millones de estrellas que brillaban en el cielo. Supuso que Ana las estaría mirando desde algún lugar. Tal vez, lo recordaría como él la recordaba en esa noche de cielo estrellado. No sabía si las pesadillas la seguirían atormentando, o si algún hombre bueno calmaría sus angustias. Deseó que sí, que hubiera encontrado a alguien comprensivo que calmara aquellos malos recuerdos que regresaban a sus sueños. Un hombre y una mujer. Un gran amor. Dos vidas separadas que solo se unen por los recuerdos que se reavivan cuando cada noche aparecen las estrellas en el cielo. Ana Marco tuvo una infancia oscura, hasta que a los cinco a
Libros, libros y más libros.