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Mostrando las entradas etiquetadas como Sandra Estévez Calvar

A 1 segundo de rendirme de Sandra Estévez Calvar

Varios clanes del narcotráfico gallego tienen comprado y atemorizado a más de la mitad del pueblo cambadense. Para ellos es muy importante contar con el respaldo y el silencio de los vecinos y la única forma de conseguirlo es aflojando la cartera en forma de sobornos, préstamos, regalos, ayudas. Nadie se atreve a enfrentarse a ellos salvo Lucía, una agente de policía de la comisaría de Cambados. Su esposo pierde el empleo y comienza a codearse con «el Trucho», su mejor amigo de la infancia y uno de los narcos más temerarios y sanguinarios de la zona. Tras una cadena de sucesos debe elegir entre su familia y ese mundo y decide pasarse al bando de los buenos y colaborar con la Policía, sin tener en cuenta que los nexos de los narcos son demasiado amplios y tienen injerencia en casi todos los pueblos de la ría de Arousa. Todo el mundo sabe que si alguien entra en ese mundo será difícil salir. Una novela de lucha familiar, traiciones, sangre, acción, corrupción, violencia, secretos, confes...

No todo es casualidad de Sandra Estévez Calvar

Elisabeth García es una joven madrileña muy salerosa y con mucho talento. ¿Su profesión? Ella presume de ser "Wedding Planeer", lo que todos conocemos como "Organizadora De Bodas", pese a haber hecho la carrera de psicología. Disfruta planeando la boda de los demás y sabe que es la mejor realizando esa labor. Después de trabajar varios años de forma ininterrumpida, su jefa la convence para coger vacaciones. A regañadientes acepta y aprovecha para conocer la Ribeira Sacra gallega. Tras alojarse en el mejor hotel de la zona aunque un poco apartado de aquellos hermosos parajes, alquila un vehículo y se dirige al muelle desde el cual saldrá el catamarán esa tarde. Al llegar comprueba que su teléfono móvil no tiene cobertura; algo que ya le había advertido Francesco, el fornido y macizo capitán de la nave. Tras acomodarse, se adentraron en los cañones del Sil. La gente no dejaba de hacer fotografías de aquel paisaje peculiar, y Eli se levantó para hacer lo mis...