-Más te vale que jamás me dejes despertar, no importa si es un dulce sueño, o la más cruel de las pesadillas... solo quiero seguir durmiendo en tus brazos. No porque te ame, es solo que contigo todo es sencillo. -Si quieres todo conmigo ¿por qué dices que no me amas? -Porque no quiero amarte… solo te quiero aquí conmigo y nada más. -Me amas, es solo que no lo quieres aceptar. -No me digas qué sentir… soy lo que soy, siento lo que quiero… y así será siempre. -Ven acá- me haló por la cintura, y en cuanto sentí su aliento tocando mi mejilla, cerré los ojos y me quedé quieta. -Eres la mujer más terca que he conocido, eres única. Por eso te quiero tanto. -¿Por qué no haces silencio y me besas? -Porque prefiero tenerte así en mis manos, en silencio e indefensa.-Abrí mis ojos y le empujé. -Eres un arrogante, todo quieres que lo haga y sienta como tu desees. -No, ahí te equivocas, yo solo deseo disfrutarte al máximo… mirarte, observarte y sonreír como lo estoy hac